El arte entraña una compleja red de emociones y sensaciones. Sin embargo, a veces simplificamos su existencia a un mero coleccionable. Así, el arte se convierte en un objeto cuya única finalidad es ser expuesto.
¿Alguna vez se ha preguntado qué pasaría si los elementos de un cuadro salieran de él?
En esta particular galería, las obras de arte cobran vida y se funden con el espacio, difuminando los límites entre invención y realidad. De este modo, se abren innumerables vías para explorar diferentes lugares y emociones a los que nos puede transportar cada obra de arte.